Alrededor de este arte orbitan una gran cantidad de profesiones; la más obvia es ser bailarín o bailarina y estos mismos son los que necesitan de la ayuda de muchos o muchas otras profesionales para desempeñar bien su trabajo. En primer lugar necesitan un mentor o mentora, el trabajo de profesora de danza debe ser muy vocacional porque requiere de ti gran empeño, un profesor de danza te enseña mucho más que danza. Como arte, implica una dificultosa técnica personalizada para cada individuo acorde con su anatomía y fisionomía, además de su carácter y personalidad propia, el aprendizaje a través de las sensaciones va mucho más allá del de memorización, aunque este también es requerido. El profesor o profesora transmite su experiencia sensorial con palabras que deben ser las adecuadas para CREAR una sensación de la nada en el alumno o alumna.
Cuando el bailarín o bailarina ya está formado creará un montón de ramificaciones. Ya desde su proceso formativo necesitará de expertos en su cuerpo y estructuras que tratarán de solucionar o remendar los baches físicos como lesiones que se irán produciendo en su carrera. Los y las fisioterapeutas y osteópatas tienen un papel fundamental y cuesta encontrar profesionales que cuando explicas cómo se provocó la lesión abran sus expectativas a la enorme cantidad de movimientos que se realizan en la danza. En el caso de la danza clásica, las diferentes tensiones musculares con fuerzas opuestas, rotaciones en combinación con flexiones llevadas a su máxima capacidad articular, etc., no son contempladas en otras especialidades deportivas, lo que lleva a que incluso tratándose de un profesional especializado en deportistas, las necesidades especificas del bailarín les provocan grandes quebraderos de cabeza. Por lo tanto, si pretendes estudiar fisioterapia u osteopatía, especializarte en bailarines y bailarinas puede ser un trabajo apasionante.
Otro profesional de la rama científica muy necesario en el arte de la danza es de psicólogos y psicólogas que conozcan más de cerca nuestro mundo. La presión y estrés desde edades muy tempranas, la competitividad y el extremo valor al cuidado físico, a veces supone un olvido al cuidado psicológico. Siempre he pensado que para ser bailarina hay que tener el cuerpo resistente y la mente fuerte, pues será esta quien de verdad te lleve el éxito o todo lo contrario. Sería conveniente que en los centros oficiales de estudio se reforzara la autoestima de los alumnos y alumnas con un profesional de psicología, que se ayudase a superar lesiones o el estrés de compaginar los estudios artísticos con los normativos y obligatorios.
Siguiendo en la rama de la medicina, la nutrición y alimentación es fundamental para tener un cuerpo sano, que responda correctamente y rinda al máximo en cada clase, en cada ensayo. También es esencial para la recuperación de lesiones. Por todo esto, nutricionistas que conozcan nuestro mundo de cerca, que sepan cual es nuestro estilo de vida, las horas de rendimiento y la poca disponibilidad de tiempo para pasar en la cocina son muy importantes.
La danza es un arte que se comunica con todos los demás de forma directa: con la música, la moda, el maquillaje, el cine... No puedo no mencionarlos, pero mi texto está más enfocado a aquellas profesiones que son necesarias en la danza y no tan relacionadas, a pesar de los grandes beneficios de la simbiosis entre ellas.
Cuando el bailarín o bailarina ya está formado creará un montón de ramificaciones. Ya desde su proceso formativo necesitará de expertos en su cuerpo y estructuras que tratarán de solucionar o remendar los baches físicos como lesiones que se irán produciendo en su carrera. Los y las fisioterapeutas y osteópatas tienen un papel fundamental y cuesta encontrar profesionales que cuando explicas cómo se provocó la lesión abran sus expectativas a la enorme cantidad de movimientos que se realizan en la danza. En el caso de la danza clásica, las diferentes tensiones musculares con fuerzas opuestas, rotaciones en combinación con flexiones llevadas a su máxima capacidad articular, etc., no son contempladas en otras especialidades deportivas, lo que lleva a que incluso tratándose de un profesional especializado en deportistas, las necesidades especificas del bailarín les provocan grandes quebraderos de cabeza. Por lo tanto, si pretendes estudiar fisioterapia u osteopatía, especializarte en bailarines y bailarinas puede ser un trabajo apasionante.
Otro profesional de la rama científica muy necesario en el arte de la danza es de psicólogos y psicólogas que conozcan más de cerca nuestro mundo. La presión y estrés desde edades muy tempranas, la competitividad y el extremo valor al cuidado físico, a veces supone un olvido al cuidado psicológico. Siempre he pensado que para ser bailarina hay que tener el cuerpo resistente y la mente fuerte, pues será esta quien de verdad te lleve el éxito o todo lo contrario. Sería conveniente que en los centros oficiales de estudio se reforzara la autoestima de los alumnos y alumnas con un profesional de psicología, que se ayudase a superar lesiones o el estrés de compaginar los estudios artísticos con los normativos y obligatorios.
Siguiendo en la rama de la medicina, la nutrición y alimentación es fundamental para tener un cuerpo sano, que responda correctamente y rinda al máximo en cada clase, en cada ensayo. También es esencial para la recuperación de lesiones. Por todo esto, nutricionistas que conozcan nuestro mundo de cerca, que sepan cual es nuestro estilo de vida, las horas de rendimiento y la poca disponibilidad de tiempo para pasar en la cocina son muy importantes.
La danza es un arte que se comunica con todos los demás de forma directa: con la música, la moda, el maquillaje, el cine... No puedo no mencionarlos, pero mi texto está más enfocado a aquellas profesiones que son necesarias en la danza y no tan relacionadas, a pesar de los grandes beneficios de la simbiosis entre ellas.
